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lunes, octubre 03, 2016

Un día en "modo avión"

Lo decidí al comenzar el día, no se me había ocurrido antes, pero al amanecer del viernes pasado puse mi celular en modo avión, "para ver qué pasa".

Al comienzo me preocupé un poco pues no sabía si entrarían las llamadas o si sólo era cuestión de no recibir mensajes whatsaap (nunca había pensado en esos detalles), pero al poco tiempo pensé que probablemente me haría bien un día "desconectada" - por lo menos a través del celular.

Y, ¿qué pasó? 
Después de algunas horas no había pasado nada... pero nada de nada, pues no había mensajes, llamadas, interrupciones, etc. ¡Fue genial! Valoré el poder de la comunicación, pero también el de la invasión. Pensé en todos mis contactos, de manera especial en los que nunca me suelen escribir directamente, pero suelen enviar mensajes impersonales, o tipo cadena a los grupos en que estoy. Pensé en la amistad, en esas maravillosas relaciones humanas que animamos y alimentamos voluntariamente y que son tan gratificantes para nuestra vida, para nuestro ser. 

Como el modo avión no incluía estar desconectado a través de la laptop, vi por la tarde que llegó un correo que suele llegar en viernes y por el que debo comunicarme a través del celular con el emisor... ¡Ups! ¿y ahora? Ni modo... me conecté sólo para lograr esa comunicación, y en un momentito ingresaron muchos mensajes de whatsaap, llamadas perdidas, SMS,,, ¡Oh! Esa realidad me la había perdido en su momento... Entré al whatsaap, con la inquietud de que podía haberme perdido alguna noticia o acontecimiento muy importante, así que fui leyendo rápidamente, y fui pasando de largo... Y muy pronto volví al modo avión. Volví a disfrutar de la paz...

De pronto, leo a través del mail, un mensaje de los más importantes, que recibí con mucho cariño y agradecimiento. Dos personas se habían percatado de mi "ausencia" a través del whatsaap y sumando que sabían que ando no muy bien de salud, se preocuparon y me enviaron mensaje para saber cómo estaba y para recordarme que puedo contar con ellos. Eso fue muy bueno.

Conclusión de mi aventura con el modo avión: Lo volveré a hacer. No sé cuándo. Pero se me ha ocurrido que un viernes es buen día, especialmente haciendo un "ayuno" de conexión que sea mortificación. Lo recomiendo.

martes, febrero 23, 2010

Edwin, un amigo de Jesús



Mis estimad@s,


Qué decir en estos momentos? Sólo experimentar sentimientos encontrados: la tristeza por la partida terrena de Edwin, y - a la vez - la alegría de saber que él está ya gozando de la presencia de Dios. No puede ser de otra manera. Edwin nos ha dejado físicamente, pero estará siempre con nosotros mientras nosotros lo recordemos con cariño.


Hemos sido muy afortunados de conocer a una persona que amó tanto al Señor, que aunque las circunstancias de su vida (especialmente de su salud) siempre fueron adversas, él se aferró al Amor de Dios, y lo compartió con todos los que conoció.


Conocí a Edwin por 20 años aproximadamente, y puedo decir que en todo momento fue un chico fuerte y frágil, aunque parezca contradictorio. Es que esa fuerza la ha alimentado siempre en la Fuente Divina: Cristo mismo. Y, al mismo tiempo, frágil, porque era muy sensible, muy llorón. Yo solía decirle así, que era muy llorón y terminaba riéndose... todo se lo tomaba a pecho y sufría por cualquier palabrita que tuviera una pizca de negatividad. Cómo sufría, Edwincito; muchas veces he tenido que llamarle la atención porque se deprimía con una simple brisa de aspereza. Pero era entonces cuando "se levantaba", sacaba fuerzas desde el Amor de Cristo y afrontaba las vicisitudes con valentía.


Edwin ha sido integrante del GJ "Los Amigos de Jesús", allí lo conocí en los primeros años de la década del '90. Le gustaba jugar basquet. Era un joven con las inquietudes propias de sus años. Cuántos momentos compartidos con él. Y, a pesar, que a través de los años hemos tenido épocas sin vernos, los vaivenes de la vida nos permitían reencuentros con la misma amistad de siempre.


Edwin, siempre amigo, siempre buen amigo. Pendiente de todos, preocupado por todos. Y qué podríamos decir en Santiago Zebedeo, nuestro grupo del Centro de Formación Cristiana? Nos dio tanto. Su amor a Dios era innegable, evangelizaba con sus actos, con sus palabras. Un ejemplo de perseverancia. Tan cumplido con la solución de separatas!!. Muchísimas veces, nos esperanzábamos en él para los jueves en que nos reuníamos a resolver el cuestionario. Todo esto en el primer año del CFC, porque por razones de salud, él tuvo que dejar los estudios y optar por un solo servicio en nuestra comunidad parroquial, pues sus energías no hubieran sido suficientes. Su organismo se complicó con el problema renal que vino como una consecuencia más de sus ya difíciles circunstancias vitales. Esto lo desgastó mucho físicamente, pero Edwin no podía vivir sin nuestro Salvador y se aferró a Él a través de su servicio en el equipo de Encuentros, muchas veces contra su salud. Pero es que, los últimos años, Edwin ha vivido sólo para Cristo.


Nos quedan sus recuerdos, grabados en nuestra memoria, en los corazones de cada uno de los que hemos vivido con él; nos queda su testimonio de amor al prójimo y nos quedan también sus dibujos, aquellos que nos ha hecho con exclusividad para los cumpleaños o por otros motivos. Tengo a Jesús diciéndome "Nana, Cristo te ama", un dibujo que me entregó al retorno del Encuentro en el que participé hace dos años. Y tengo también una imagen de la Santísima Trinidad que yo le pedí para mi cumpleaños del 2008. En el 2009 me regaló chocolates...sabía lo que me gustaba.


Edwincito, ahora estás contemplando Su rostro... y yo abusaré de ti, estaré pidiéndote que me ayudes a llegar a Dios. Y ten por seguro, que los que aún estamos por estos lares, estaremos también en oración por tu alma; habemos muchos que decimos quererte, te lo vamos a demostrar. Hasta otro día, amigo.