Lo decidí al comenzar el día, no se me había ocurrido antes, pero al amanecer del viernes pasado puse mi celular en modo avión, "para ver qué pasa".
Al comienzo me preocupé un poco pues no sabía si entrarían las llamadas o si sólo era cuestión de no recibir mensajes whatsaap (nunca había pensado en esos detalles), pero al poco tiempo pensé que probablemente me haría bien un día "desconectada" - por lo menos a través del celular.
Y, ¿qué pasó?
Después de algunas horas no había pasado nada... pero nada de nada, pues no había mensajes, llamadas, interrupciones, etc. ¡Fue genial! Valoré el poder de la comunicación, pero también el de la invasión. Pensé en todos mis contactos, de manera especial en los que nunca me suelen escribir directamente, pero suelen enviar mensajes impersonales, o tipo cadena a los grupos en que estoy. Pensé en la amistad, en esas maravillosas relaciones humanas que animamos y alimentamos voluntariamente y que son tan gratificantes para nuestra vida, para nuestro ser.
Como el modo avión no incluía estar desconectado a través de la laptop, vi por la tarde que llegó un correo que suele llegar en viernes y por el que debo comunicarme a través del celular con el emisor... ¡Ups! ¿y ahora? Ni modo... me conecté sólo para lograr esa comunicación, y en un momentito ingresaron muchos mensajes de whatsaap, llamadas perdidas, SMS,,, ¡Oh! Esa realidad me la había perdido en su momento... Entré al whatsaap, con la inquietud de que podía haberme perdido alguna noticia o acontecimiento muy importante, así que fui leyendo rápidamente, y fui pasando de largo... Y muy pronto volví al modo avión. Volví a disfrutar de la paz...
De pronto, leo a través del mail, un mensaje de los más importantes, que recibí con mucho cariño y agradecimiento. Dos personas se habían percatado de mi "ausencia" a través del whatsaap y sumando que sabían que ando no muy bien de salud, se preocuparon y me enviaron mensaje para saber cómo estaba y para recordarme que puedo contar con ellos. Eso fue muy bueno.
Conclusión de mi aventura con el modo avión: Lo volveré a hacer. No sé cuándo. Pero se me ha ocurrido que un viernes es buen día, especialmente haciendo un "ayuno" de conexión que sea mortificación. Lo recomiendo.