viernes, julio 17, 2020

EN EL SUFRIMIENTO


María, madre del Salvador y madre nuestra,
tu Santidad Inmaculada no te ha sustraído la espada del dolor,
más al pie de la cruz permaneces firme en la fe,
has creído al amor del Padre viendo a Tu hijo crucificado.

¡Oh Virgen Dolorosa! a ti te presento confiadamente mis penas,
te pido humildemente consolarme a la cruz de Jesús,
para que se transforme este sufrimiento
en un instrumento de salvación para mi alma y para toda la humanidad.
Madre del amor que vences el dolor, ora por mí. Amén.

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