martes, noviembre 01, 2005

Todos los santos, todos los muertos....

Hoy recordé mucho a mis abuelos. Considero que es maravilloso disfrutarlos. No sé si en la actualidad los nietos disfrutan de sus abuelos como antes. De hecho los abuelos de ahora son muy diferentes a los de antes... y también los nietos. Luego, las relaciones entre ambos son diferentes.
Tengo muchos recuerdos de mis abuelos maternos porque pude disfrutarlos 21 años y éramos muy cercanos. Toda mi primaria almorcé con ellos. Bueno.. ahí aprendí a comer chifa (que lo detestaba). En realidad, todo lo que me servían recuerdo haberlo comido, no podía ser de otra forma. Tal vez me demoraba horas masticando la carne, ya no tenía sabor, estaba horrible ya en mi boca, pero luego tenía que pasarla. Eran muy estrictos. Sin embargo, no recuerdo que me hayan llamado la atención alguna vez. Realmente yo era muy dócil (por no decir tonta) y obediente. Me sentaba a la mesa con mi papá Claudio a las 12:30pm, él se demoraba almorzando tanto como yo, y mucho más si le daban un choclo... Lo comía grano a grano, era todo un rito (heredado por mi madre...) y pelaba con sus manitas cada granito.
Otro recuerdo que tengo muy presente de mi papá Claudio es el regalo de cumpleaños. Solía preguntarme: "hijita, cuántos años cumples?" si cumplía 5, iba a su cuarto y de un cajón con llave sacaba un billete nuevecito de 5 Soles. Eso, recuerdo, que lo ha hecho hasta que cumplí los 10 (aunque cada Sol ya no valía mucho y el poder adquisitivo de nuestra moneda era insignificante... pero era el regalo de MI ABUELO!!!).
Mi abuelita, la mamá Lucha, era una mujer super encantadora, engreidora (esto no sé si con todos los nietos pero por lo menos recuerdo que conmigo y con mi prima Carmen sí). Antes de salir para el colegio nuevamente (después de almorzar - se estudiaba mañana y tarde) me llevaba a su cuarto cuidando que nadie nos viera, abría la puerta izquierda del ropero verde, sacaba algunas cosas que estaban a la vista y detrás de ellas había algo para mí: nueces, guindones, deliciosas naranjas, en fin... cosas que ella había guardado con cariño para su nietecita. Linda mi mamita Lucha! Ella era colosal. Generosa. Excelente anfitriona. Siempre llegaba alguien a su casa al almuerzo, al lonche, la cena... Y ella invitaba así: "Marina, sírvele a XX una sopita deliciosa de gallina de la vecina de enfrente (eso significaba que era más sabrosa porque era de corral, criada con alimentos sanos y una sabía qué había comido ese animalito mientras duró vivo); está riquísima, concentrada... A mí no me sirvas, ah!" era la mejor marketera de su sopita, pero ella nunca tomaba... jajaja era tan linda!
Mi mamita Lucha era el referente principal en Pacasmayo para los tejidos, especialmente de crochet. Hacía muestras de todos los puntos publicados en los libros japoneses. Las señoras iban a consultarle cómo hacer tal punto; ella les enseñaba. hacía hasta los más complicados... pero nunca vi un tapete terminado por mi abuelita. Cuantas cosas recuerdo de mi Mamá Lucha, pero está saliendo muy extenso esto y sólo escribí sobre mis abuelos maternos.
Mis recuerdos con mis abuelos paternos son escasos. casi nulos con mi mamá Bertila porque ella falleció cuando yo tenía apenas un año, pero recuerdo perfectamente que me llevaron en brazos hasta su cuarto (vivía con nosotros porque estaba enferma) y la vi. No tengo su rostro en mi memoria, salvo por una foto que tengo. En cambio recuerdo con mucho cariño a mi papá Manuel porque lo disfruté unos pocos años más (hasta que tuve un poco más de 10 años). Él vivía en Guadalupe y yo en Pacasmayo (a unos 25 ó 30 minutos en auto). Era un "gran" hombre y sí que era grande!! Pasaba las puertas agachándose. Siempre vestía de blanco o color perla. Todo un hombre dedicado a la agricultura. Llevaba cajones de palta para su Aurita (yo), porque sabía que me gustaba mucho y siempre tenía problemas para comer. Con eso me alimentaba muy bien. Cuando estuve delicada de salud y debía permanecer en mi cuarto, casi a oscuras él me llevó un tocadiscos (Uno para mí!!!!), yo feliz; podía escuchar música instrumental que tanto me gustaba ya. Tan generoso con sus nietos mi papá Manuel. Algunas veces me trajo hasta Lima, a casa de la tía Noemí para que pasara unos días con Mimí, mi prima. Venía en su carro celeste, muy amplio. Era un viaje que hacíamos de día, solos él, el chofer y yo atrás. Amoroso mi GRANDE abuelito.
Dios los tenga en Su Gloria.

1 comentario:

Iconoclasta camuflajeada dijo...

¿Qué son la palta y la chifa? Esta última es carne?

Lindos tus relatos y recuerdos Nana :)

Saludos